Cuba no retrocede de sus compromisos ni puede aceptar una fuga vergonzosa dejando al hermano en desgracia a merced de los mercenarios. La participación cubana en la rebelión congoleña fue una experiencia desastrosa. El año anterior, el CNL había logrado establecer por pocos meses, una «zona liberada» bajo el nombre de República Popular del Congo, con capital en Stanleyville (hoy Kisangani) y en ese momento mantenía un gobierno en el exilio dirigido por Cristophe Gbenye y luchaba por mantener el control sobre una amplia zona en la región oriental del país, en la frontera con Tanzania y Burundi, sobre el lago Tanganika.