No sólo eso sino que además estaban comentando la Segunda B. Aquello fue aún más triste, si cabe, que el propio acontecimiento del golpe de Estado. La sabiduría y la templanza de del Bosque tendrá mucho que ver con ello. Recuerdo cómo bajo Franco se decía, en los círculos opuestos al régimen, que el fútbol era el opio del pueblo y que, arrojándonos carnaza futbolística, se nos adormecía e impedía reflexionar y criticar la situación política.