Además de ser el máximo goleador, fue responsable de liderar un equipo muy joven que aún no se había solidificado por completo. Completó la temporada como el máximo goleador de la liga, fue votado como el Futbolista del Año de la FWA por tercera vez en su carrera, y fue seleccionado en el FIFA World XI por primera vez. Este encuentro le pasó factura, ya que en un encontronazo con Iker Casillas al transformar su segundo gol, sufrió una lesión en la rodilla por la que se perdió la final de la Copa del Rey, equipacion francia en la que el equipo blaugrana conquistó el primer título de la temporada 2008/09 tras derrotar al Athletic Club por 1-4 en el campo de Mestalla.