El equipo nacional compartió su grupo con Bolivia y Perú, cayendo derrotado en los dos primeros encuentros disputados como visitante. Hungría, como muchas otras selecciones del Este, empezaba a asentar unas bases que conseguirían asentar dos décadas después para formar uno de los equipos más potentes jamás vistos en la historia futbolística. Además cabe destacar entre los máximos anotadores al alemán Jupp Heynckes por ser el jugador con mejor promedio anotador de la competición con 1.10 goles por partido, por delante del serbio Darko Kovačević con 1.00 de promedio y del citado Falcao quien posee un promedio de 0.89 goles por partido.