El 8 de julio de 1889 se realizó la pelea Sullivan-Kilrain, considerada la última pelea de campeonato a puño descubierto, con el triunfo del primero. Coney, que una pelea a puño limpio constituía un asalto criminal causante de lesiones, sin importar que hubiera existido consentimiento de los participantes. En la fase final, la selección alcanzó un gran 3-2 sobre su némesis Brasil, después empató 0-0 con Chile, y derrotó a Colombia 2-1 en el último partido, alzándose con el título debido a los 5 puntos que conquistó.