Cada encuentro se juega sobre una superficie de material sólido de unos 40 por 20 metros. Si un jugador recibe dos tarjetas amarillas, recibirá una tarjeta azul y deberá salir del campo de juego por 2 minutos sin poder ser reemplazado por otro jugador. En esta edición del torneo, el ganador fue el alemán Miroslav Klose al convertir 5 tantos.